Nacida en Buenos Aires, la firma se expandió rápidamente en la región y hoy opera en más de 40 países, con oficinas en Brasil, México y EE.UU.
Un cliente marca el número de su banco para reclamar por un débito desconocido. Al otro lado de la línea, una voz saluda, pero no responde un operador humano: es un agente de inteligencia artificial que, manteniendo una conversación fluida, entiende la consulta y, si hace falta, deriva la llamada a una persona. Esa escena, que hasta hace poco era exclusiva de los chatbots por escrito, ahora está disponible para las empresas gracias a Botmaker, que acaba de presentar Callbots, su solución para automatizar llamadas telefónicas y de WhatsApp Business
Desde sus orígenes, la compañía apostó por un ecosistema integral de soluciones. Primero vinieron los chatbots, luego los mailbots y ahora sumaron agentes de IA generativa capaces de mantener diálogos más naturales. Con los nuevos Callbots, la telefonía se integra a la misma plataforma y completa el círculo de la atención automatizada.
"Los Callbots permiten hacer lo que antes era exclusivo de un call center: vender, tomar pedidos o resolver consultas", explicó a iProfesional Alejandro Zuzenberg, cofundador y CEO de Botmaker.
Los nuevos agentes reconocen la intención del usuario, responden preguntas y derivan la conversación a un humano solo cuando es necesario. "En sectores como salud, logística, educación, finanzas o gobierno, la velocidad y la claridad son claves. La voz sigue siendo un canal fuerte y ahora puede aprovecharse con un nivel de personalización que antes era imposible", remarcan desde la compañía.
Callbots permite a empresas vender, tomar pedidos y atender clientes con IA por voz
La solución funciona tanto en líneas telefónicas tradicionales como en números de WhatsApp Business habilitados para llamadas. Su configuración es sencilla y no requiere conocimientos de programación: en pocos minutos una empresa puede implementar flujos de atención con música de espera, gestión de horarios y menús interactivos.
El cuánto a los costos, el modelo es escalable: a mayor volumen de llamadas, menor es el precio por interacción. De esta manera, la herramienta puede ser utilizada tanto por grandes corporaciones como por pymes que superen cierto umbral de comunicaciones. "Creemos que entre 1000 y 1500 llamados es un punto de inflexión a partir del cual la eficiencia y el sentido de la implementación de la plataforma para la gestión de las conversaciones empieza a ser óptima.", apuntó el CEO, prefiriendo no detallar el dato en términos de dinero.
El caso Botmaker es particular dentro del ecosistema tecnológico argentino. Nacida en Buenos Aires, la firma se expandió rápidamente en la región y hoy opera en más de 40 países, con oficinas en Brasil, México, Colombia, Argentina y Estados Unidos. Su base de clientes incluye a Ford, Mercado Libre, Frávega, Molinos, Swiss Medical, Toyota y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con quien desarrolló Boti, el primer asistente gubernamental que atiende ciudadanos vía WhatsApp.
La plataforma procesa más de 85 millones de interacciones por mes y emplea a unas 200 personas de manera directa. Si bien la empresa no publica resultados financieros, Zuzenberg adelantó que la facturación anual global se encamina a superar los u$S100 millones.
El 85% de esos ingresos proviene del exterior, principalmente de Brasil, aunque Argentina sigue siendo un mercado clave. "Nuestra estrategia siempre fue global. Hoy la mayor parte del negocio está fuera, pero seguimos apostando por el talento local, que es el que impulsa gran parte de la innovación", remarcó el ejecutivo.
El crecimiento de la IA en el terreno de la atención al cliente despierta, inevitablemente, la pregunta sobre el lugar de los agentes humanos y Zuzenberg no la esquiva:
"Ahora tenemos una doble tarea: capturar la consulta y supervisar la respuesta que brinda la solución con IA. Esto quiere decir que el rol de las personas pasa a ser el de diseñar las experiencias y luego controlar lo que dice la tecnología. IA y humanos siempre van a necesitarse mutuamente para el desarrollo de nuevas soluciones conversacionales".
La compañía emplea a 200 personas y cuenta con clientes como Ford, Mercado Libre y Molinos
De cara al futuro, Botmaker ya trabaja en la evolución de sus agentes de IA hacia funciones no estrictamente conversacionales. La idea es llevar la automatización a flujos de trabajo internos, optimizando procesos más allá de la atención al cliente. "Nuestra próxima frontera es expandir el impacto de la IA más allá de ventas y servicio, para que realmente transforme la manera en que operan las organizaciones", adelantó Zuzenberg.
Desde la compañía destacaron que la inteligencia artificial ya no es una promesa a futuro, sino una herramienta concreta para optimizar la operación de las empresas. En esa línea, subrayaron que el lanzamiento de Callbots marca un nuevo capítulo para Botmaker, con la voz como protagonista en la evolución de sus soluciones de automatización.